El grito me trasmite
un enfoque a la vida cuotidiana ya que la obra plasma cada uno de los
sentimientos que Munch tuvo que pasar en algunos momentos de su vida como la
impotencia, la angustia, el miedo, la rabia y la desesperación. Estos sentimientos están a ‘’pie de calle’’ y
forman parte de nuestro día a día.
La luz es Anti
naturalista, sin un foco determinado ni existencia del claroscuro provocando
así que las diagonales y las líneas onduladas se tienden con una fuerte
sensación de espacio.
Se prescinde del
detalle, siendo muy esquemática la realización de la cara o manos. La figura
central está deformada a través de constantes curvas, dándole un aspecto de
llama.
Me parece espectacular la manera de
trasmitir los sentimientos del cuadro al público, esto hace que el público
sienta esos sentimientos como si salieran de ellos mismos. Gran obra.
PEIBOL
El Grito de Munch (de la que hay varias versiones) es una de las obra icónica del arte contemporáneo. Tiene, además, un origen y una historia muy particular.
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