Los medios de comunicación tratan el arte contemporáneo con
ligereza y frivolidad, muchas veces dando más cobertura al escándalo y los
precios de las obras que al mensaje y significados de las obras. Eso es consecuencia de un problema de educación
y además: es prioritario diseñar una política cultural a largo plazo. Internet
no hace más que envenenar el ciberespacio.
Para acabar
con el descrédito del arte contemporáneo se debería apostar por revisar los
museos y las instituciones que lo muestran. Sólo así, se acabaría con esa imagen
de turismo cultural y de "farándula social y mediática" que parecen
definir a muchos de los museos actuales.
Hay quien sostiene que el arte de hoy es un fraude. Pero,
¿por qué iba a alguien o algo a pensar una conspiración de esa magnitud?
PEIBOL
Lo cierto es que es necesaria una mayor formación sobre el arte contemporáneo que nos permita comprender mejor la aportación de algunos artistas.
ResponderEliminar