Un retrato de Vincent Van Gogh como imagen de una campaña publicitaria de la marca de antidepresivos Prozac. Os preguntareis por qué. Pues bien, cuentan que este afamado pintor sufría largos períodos de depresión e inestabilidad mental, de ahí que la frase principal de la campaña sea: "Desearía tener un Prozac".
La imagen pone al pintor como "modelo" de persona depresiva con necesidad de ayuda farmacológica. Pretende atraer a todo aquel que sufra este tipo de crisis de una forma muy directa y aporta una solución rápida y sencilla, tomarse una pastilla.
Para muchos puede considerarse como una falta de sensibilidad y respeto hacia Van Gogh y hacia el público. Pero lo cierto es que se trata de una campaña realmente impactante, llama mucho la atención. Y, decidme, ¿no es esa la intención de la publicidad? Captar la atención del espectador como principal objetivo para, más tarde, crear una necesidad en el mismo.
Por tanto, concluyo diciendo que, en mi opinión, la campaña de publicidad de Prozac es realmente buena publicidad.
Hermano Señor
Pues no sé qué decirte. ¿Es auténtica? En este caso, aunque la elección se ajusta a lo solicitado, hay algo que no me termina de convencer.
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