El anuncio narra la historia de Manuel, un hombre que vive en un humilde bloque de pisos cuyos bajos son una antigua tienda de muebles de cocina, va dejando sus huellas en la nieve polvo camino a su bar de barrio, del Bar de Antonio. Allí, aquel que le pone el café todos los días, ha vendido el Gordo de Navidad, y Manuel por primera vez en su vida no lo ha comprado…
Manuel, cabizbajo y con los ojos
llorosos, se intenta hacer paso entre la gente agolpada en el pequeño
bar de Antonio, entre la alegría de todos, entre las copas de “champagne”. Al llegar a la barra, Manuel y
Antonio se funden en un abrazo sincero lleno de felicidad.
Manuel se dispone a pagar su café y es en este momento cuando todo cambia. Antonio le pide por el café el “módico” precio de 21 euros, y le explica que 1 euro es por el café… y 20 euros por el décimo que él le había guardado…
A las 12:27, el protagonista Manuel, está concediendo una entrevista a la televisión como ganador (también) del Gordo.
El anuncio es muy tierno y expresa una cualidad del ser humano que lamentablemente en los tiempos que corren no es muy típica. Este spot hace reflexionar a las personas sobre el tema de compartir. Si algo en este mundo se comparte puedes hacer feliz a la gente, ya no solo por el tema económico si no por muchas otras cosas que no se pueden ver ni tocar.
PEIBOL
La verdad es que, con respecto, al anuncio de la Lotería del año anterior, hemos mejorado notablemente. Hay quien lo ha criticado, pero eso nunca se puede evitar.
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